martes, 24 de diciembre de 2013

¿Qué vamos a festejar?

Pues ya es 24 de diciembre. Ya se están reuniendo un chorro de familias y amigos por todos lados, vamos a ingerir muchas viandas y bebidas hasta casi perder el conocimiento. Nos vamos a vestir más elegantes de lo normal (Yo ya seleccioné mi pantalón de resorte por eso de las viandas y bebidas), vamos a dar y a recibir regalitos (yo no creo recibir ninguno), también nos vamos a reír y algunos a llorar, seguro escucharemos villancicos (que me chocan, mejor pongan a Madonna, a Shakira o a José Alfredo), nos vamos a tomar chorromil fotos hasta que toda la méndiga chiquillada esté hasta el gorro con cara de “ya párenle a tanta pic-chur” y vamos a ver las fotos de fiestas anteriores. Algunos van hasta a bailar, otros van a cantar (espero que alguna de José Alfredo y no el jingol bels), muchos otros van a agarrar la jarra con ponche con piquete y otros con sidra Santa Clos. Nos vamos a acordar de los que ya no andan por aquí, pero se sigue sintiendo su presencia. Algunos se van de visita a ver parientes de otras latitudes y a asolearse sus ombligos, muchos se van a tratar de ligar a la prima guapa y alguna que otra comadre o vecina. Seguro hay viboreo femenino acompañado de besos al aire y un “te ves delgadísima”.

Pero me sigo preguntando: ¿Qué vamos a festejar?
Si, ya sé….La Noche Buena, La Navidad, el Año Nuevo (eso para los que se dicen Católicos Apostólicos Romanos y uno que otro colado a la fiesta)

Como ya solito me aclaré ¿Qué vamos a festejar? Voy a replantear mi pregunta: ¿Por qué nada más cada año?

¿No se les antoja andar regalando y recibiendo abrazos? (acuérdense que con la comadre guapetona, el abrazo debe durar un segundo más que los otro), ¿no les gustaría tener ganas de ver a los queridos todos los días?  ¿No les gustaría cenar rico todos los días?

A mí sí.

Luego entonces les propongo:
Cada vez que me vean: abrácenme y si son niñas bésenme también.
Cada vez que vean a un querido: abrácenlo y bésenlo.
Cada vez que vean a un conocido o desconocido; Sonríanle y salúdenlo.
Cada vez que puedan, convivan con sus parientes (Locales y Contrarios). Luego hasta Los Contrarios son divertidos.
No dejen de hablar con los amigos aunque estén lejos.
No gasten en regalos a lo tarugo.
Besen al que se deje, pero reserven los besos de pasión para esa persona especial.
Una final: Déjense abrazar, besar, querer y disfrutar. ¡Es padre!

No hay que ser, cada año es muy poquito.

Acá su  seguro Conocedor con su pantalón de resorte, les manda abrazos, besos y mis mejores deseos para hoy. (Esto aplica cualquier día y para todos).

¡Vive! ¡Disfruta! ¡Comparte!


PD: Nos pusimos de acuerdo y vamos a cenar pierna y costillar de cerdo preparados por su seguro Conocedor (luego les paso la receta), Ravioles (ni idea quien los vaya a cocinar) y ensalada de espinaca con frutas y tocino que se va a aventar Paty mi Suegrita (si le digo Suegra paso a ser Subsubconsen)

sábado, 21 de diciembre de 2013

¿Qué quieren cenar?


Estoy seguro que ya escucharon esta pregunta muchas veces, también estoy seguro que muchísimas veces contestaron: “Lo que sea” y unos segundos después se desató la violencia intrafamiliar.

Mamá dice: “Si no me dicen que quieren, no hay cena.”
Alguien pregunta: ¿Qué hay?
Mamá contesta: Lo mismo que hay siempre….
Otro opina: ¿Por qué siempre lo mismo?
Mamá contesta ligeramente molesta: Por qué aquí no es restaurante.
Todos callados por temor a represalias maternas………

Si esta problemática se presenta diariamente, imagínense la bronca que se acerca con la cena navideña. Yo mejor me voy a Mérida.

Todas las abuelitas quieren bacalao, romeritos, pavo, relleno y ensalada navideña. Pero no quieren cocinar nada.
Las hijas de las abuelitas, léase las mamás quieren quedar bien con todo mundo, pero es imposible preparar Tacos al Pastor, Filete Wellington, Langosta Termidor, Cebiche de almeja chocolata viva, Pozole Verde y Agua de limón con chía el mismo día y a la misma hora.

Yo sabio como soy, sugiero que cada quien lleve su Itacate con sus respectivas preferencias. TODAS me voltean a ver con cara de: “este ya salió con su tarugada”.

La decisión del menú queda pendiente por algunos minutos.

Ya les platiqué del recalentado, y humildemente sugerí que no cocinen tanta cosa en tanta cantidad, porque vamos a comer tantos días lo mismo con tantos daños en la relación familiar.
La respuesta a mi sugerencia es irrebatible: “¿Y si nos caen los López?”
Esos son un montón y muy hambrientos, yo en mis adentros pienso que sí conviene que nos caigan, así no hay tanto día de recalentado.

Total, la bronca sigue para definir que nos vamos a ingerir en Navideña reunión familiar, mientras yo voy a hacer mis compritas para tener mi itacate en el Micro (¿Les parece unos quesos y carnes frías con su pan, unos higos y aceite de oliva?). Como toca con “Los Contrarios” (mi familia política) ni cuenta se dan si me salgo a botanear al coche.

Les sigo platicando del trabuco en el que estamos…..

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