jueves, 10 de octubre de 2013

La Abuela Mine

Eso de ser el superconsen de la abuelita paterna tuvo ventajas y desventajas.

Primero las desventajas, que fueron poquitas:
Me envidiaban chorros mis hermanos y primos. Mmmmm…. Creo que esa era la única.

Ventajas:
De esas si hay un chorro, desde que me cocinaba delicias especialmente para mí, hasta que me tocó un frascote lleno de pesos de aquellos de plata, que me gasté a lo tarugo. Ahorita sería rico.

Para ser el superconsen en aquella época solo bastaba ser el primer nieto, ser hombre (era cuando los hombres valíamos chorros y no como ahora que ya nos consideran como perros adoptados) y llamarse igual que el hijo mayor (léase mi Pá) de la susudicha Mine.

No crean que todo era miel y hojuelas, durante varios años y ya de adulto, la lleve a comer (Era más Conocedora que su seguro Conocedor) a muchos lugares. Vivía por Anzures y le encantaba el Arroyo….. viaje largo para un martes a medio día y tener que regresar a trabajar. Pero le entrábamos a las carnitas con guacamole, a la barbacoa con salsa borracha y a los bolados de a merengue.

Pues un día, que se le ocurre que ya se aburrió de esta Tierra y que se lanza al cielo. (Eso espero, por qué no la crean 100% santa)

Por andar de metiche en sus chunches, que me encuentro su recetario personal, con unos centenares de recetas escritas a mano y muchísimas probadas por mi.

Durante años he replicado muchas de ellas, ese sabor conocido, te lleva a su cocina llena de aromas y vapores. Te hace volver a sentarte en su mesita y sentir ese amor de abuela (acuérdense que ni  mis hermanos ni mis primos contaban) por el nieto consentido.

Preparaba desde las muy sencillas tortillas de harina, las gorditas dulces, las hojarascas, el machacado con huevo y en asado de puerco, hasta un fideo al comino con salchichas y sus rajas de mamá. Era especialista en Chorizo con Huevo, textual, 1 kg de chorizo norteño por tres huevos.

 
Nunca faltaban en su alacena, los higos y duraznos en conserva, las nueces acarameladas, las cocadas y cacahuatadas.

De lo mejor de su repertorio eran los tamales norteños, de carne de puerco (espaldilla nada más) con ese sabor tradicional a chile ancho con comino, que solo el norte conoce a la perfección. Aquí entre nos: Me quedan de rechupete.


Hoy, voy a empezar a compartir estas recetas lanzando una nueva línea de productos caseros de las Recetas de la Abuela Mine. Tengo que compartir esto con más familias, no se puede quedar solo en nuestras mesas. Las voy a preparar tal y como las hacía ella: Sin prisa, en “poquitos”, con amor y sin añadirle nada que no sea de mercado.

Como son un chorro, voy a empezar con 2 picositas, 1 salada y 1 dulce.

Tengan paciencia, va a haber muchas más en siguientes semanas.
Estoy seguro que mi abue, se va a poner rete contenta de que yo no sea díscolo y comparta sus delicias culinarias con muchos otros.

Mientras:

¡Vive! ¡Disfruta! ¡Comparte!